«He visto claro en las jornadas de EHNE Bizkaia que una de las claves para un cambio profundo reside en hacer el inevitable debate sobre la cuestión de la alimentación, dándole la dimensión política y el lugar que le corresponden»

Hablar mal de las Navidades comiendo y bebiendo más de lo debido, reconocer que somos parte del consumismo que nos lleva a la ruina y encontrar el camino para hacer portátil esa cruz hasta que pasado mañana volvamos al día a día. Muchos lo haremos y no creo que individualmente y fortificándonos en casa nos conviertamos en la llave para cambiar el mundo. Sin embargo, he visto claro en las jornadas de EHNE Bizkaia que una de las claves para el cambio profundo reside en hacer el inevitable debate sobre la cuestión de la alimentación, dándole la dimensión política y el lugar que le corresponden.

Si comer y beber son fundamentales, tenemos que responder muchas preguntas: qué comemos y cómo lo adquirimos; a dónde nos lleva seguir dependiendo de nuestras multinacionales alimentarias; qué, cuánto y cómo se produce en el País Vasco; si las vías de acceso a los productos de la época son las adecuadas... Exploremos y calibremos nuestras necesidades alimentarias para saber cuánto y qué sector primario necesitamos y comparémoslo con el que tenemos hoy.

Debate como pueblo

Esto hará que las personas, no las multinacionales, sean las determinantes para diseñar las políticas y estrategias que hay que hacer en esta materia. Es además un debate que tenemos que hacer como pueblo, porque la consideración de Euskal Herria en su conjunto hace posible encontrar suelo en la llanada alavesa que no existe en Iparralde, o que las macro-granjas de Navarra entiendan que contaminar las aguas subterráneas es un problema de todos.

Ahora que hemos conseguido situar el derecho a los cuidados en el centro, formar parte de ese centro alimentario puede ser una vía para darle el lugar, la importancia y la dirección que le corresponde a ese debate. La otra puede ser asegurar que se hace un hueco en las agendas políticas. Pero que sea.