Las organizaciones Euskal Gune Ekosozialista, OMAL y Paz con Dignidad han hecho pública su propuesta de "Plan de choque" con el título de "Por una transición ecosocial justa en Hego Euskal Herria". El Plan, que pretende ser un "pequeño aporte" al debate, está planteado para los próximos seis años y consta de 36 propuestas divididas en siete grandes temas.

En el epígrafe de "Agroecología y soberanía alimentaria" se plantea la necesidad de "reconocer la función social de las y los baserritarras en la producción de alimentos, el mantenimiento de la diversidad paisajística, la conservación de las semillas y variedades locales, del patrimonio construido y etnográfico, de la cultura y el euskera, etc". Resulta, por tanto, "estratégico proteger la tierra y el suelo, potenciar el sector primario y fortalecer el sistema agroecológico-alimentario saludable, de calidad y de proximidad, así como facilitar el relevo generacional para garantizar la continuidad de las actividades agroganaderas".

Ese capítulo dedicado a la agroecología define cuatro propuestas:

• • Incremento hasta un 25% de la tierra dedicada a la producción agroecológica en 2030, priorizando las explotaciones a pequeña escala y destinadas al consumo de la población cercana. Asimismo, apoyo a infraestructuras y políticas públicas (finanzas, fiscalidad, compra e inversión pública...) de protección y acceso a bienes comunes imprescindibles para la producción de alimentos (tierra, semillas, agua, bosques, etc.).
  • Priorización estratégica de la producción y consumo locales. Compra pública de alimentos locales, al menos del 60% en 2030, para abastecer centros escolares, centros de mayores, hospitales, comedores sociales, bancos de alimentos. Impulso y remodelación de las plazas de mercado municipales, con la participación directa de los productores locales, y fomento de la venta directa por los mismos productores y mediante grupos de producción y consumo. Fomento de la pesca de especies de temporada, respetando sus ciclos biológicos y utilizando métodos respetuosos con los ecosistemas, y eliminación progresiva de la pesca industrial tanto en nuestras aguas como en las de otros mares.
  • Reducción progresiva de las grandes superficies existentes, y rechazo a nuevos proyectos, y de manera complementaria apoyo público integral al pequeño comercio local. Desincentivación del comercio online, que genera necesidades logísticas y de distribución de alto impacto en el consumo energético, en la movilidad y en las condiciones laborales.
  • Revitalización del sector primario mediante planes integrales que promuevan el aumento y rejuvenecimiento del sector y la incorporación de mujeres en condiciones de igualdad, que garanticen un ingreso mínimo de 1.400 euros en 2024 y que, frente a la actual temporalidad y precariedad, garanticen condiciones laborales dignas también para las trabajadoras y trabajadores del campo. Además, que faciliten el acceso a tierras fértiles, vivienda e instalaciones a los y las baserritarras, que ayuden a la comercialización de los productos, que impidan la construcción de viviendas de primera o segunda residencia no ligadas a explotaciones del sector, y que promuevan la re-ruralización del territorio. Paralelamente, prohibición de toda macrogranja o fenómeno similar vinculado a la agroindustria basada en megaproyectos agrícolas.

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