Somos mujeres baserritarras feministas que estamos a favor de la Soberanía Alimentaria y estamos acostumbrados a escuchar que nuestros pequeños proyectos agroecológicos no son rentables. Porque no utilizamos sistemas de producción muy mecanizados o tecnificados, nuestros sistemas no son sus tratamientos fitosanitarios, ecológicos o no, intensivos que nos obligan a hacer monocultivo con todos ellos.
ALAZNE INTXAUSPE
Porque somos nosotras y no producimos, nosotras trabajamos y cuidamos. Cada día tratamos de cuidar cada pedacito de tierra en el que trabajamos, de todos los seres vivos que conviven con nosotros, de cuidar nuestro sistema de alimentación, de las personas que alimentamos y de las personas que están trabajando en red con nosotras y así nos cuidamos mutuamente. La tierra en la que estamos es fértil, está saturada de biodiversidad, estamos construyendo la soberanía alimentaria y somos felices.
¿De verdad no somos rentables? Hablando en el único idioma que entiende el capitalismo, es decir, yendo a términos económicos, somos pobres porque el sistema así nos hace y en cambio nosotras lo hacemos rico.
Menos mal que ayer demostramos en las calles de Euskal Herria que con la fuerza de la sociedad estamos dando la vuelta a las prioridades y logrando poner el cuidado de la vida en el centro.
Porque, desde nuestro punto de vista, el cuidado es más que el cuidado de las personas. Necesitamos un sistema que preserve la tierra, las semillas, el agua, los ganados, los territorios y los bienes comunales. Y no hay que olvidar que el cuidado también viene de la alimentación y que para organizar un sistema de cuidados tenemos que organizar un sistema que ponga en el centro la alimentación saludable de todos. Porque el sistema alimentario no se limita a la producción ni a la transformación. Es todo un sistema que incluye la distribución, el consumo, la compra pública y los hogares.
Por lo tanto, los retos a los que nos enfrentamos son grandes, y es mayor la capacidad del Movimiento Feminista de Euskal Herria de poner en el punto de mira el sistema de cuidados a agentes de diferentes ámbitos a través de la dinámica "Las vidas de todos en el centro". En ese marco, varios sindicatos, agentes sociales, movimientos sociales, etcétera, hemos proclamado en voz alta que estamos a favor de un sistema público comunitario de cuidados en Euskal Herria, hemos movilizado al pueblo. Porque todos tenemos derecho a cuidar y ser cuidados con dignidad.
Y nada empezó ni se acabó con la huelga feminista. La jornada de huelga fue parte del proceso y fue enorme, maravillosa. Sigamos caminando paso a paso hasta revertir este régimen de cuidados capitalista, clasista, heteropatriarcal y racista. Nosotras, al menos, en adelante os tendremos como compañeras de viaje.