Maxime Orhon: «La reforma de la PAC acallará las voces de los que más gritan y perpetuará los problemas del campo»
* Maxime Orhon es miembro de Por Otra PAC
La nueva reforma de la PAC perjudica al mundo agrario a medio y largo plazo, e ignora las alertas del mundo científico que liga la producción de alimentos a un medio ambiente sano.
[ecoavant]El pasado 24 de abril, el Parlamento Europeo ha votado a favor de la propuesta de la Comisión Europea de flexibilizar la Política Agrícola Común (PAC).
“La ficción es una manera de intentar entender la realidad, porque no hay quien la entienda” dijo en una entrevista el escritor José María Merido, Premio Nacional de Narrativa 2013. Imaginemos que hubieran sido los automovilistas -y no las personas agricultoras- los que hubieran bloqueado las carreteras con sus coches para quejarse porque hay demasiados atascos. Todos estaríamos de acuerdo: hay demasiados atascos. También las instituciones europeas, que pensarían medidas ágiles para ayudar al sector. Quizás bajen el precio del transporte colectivo. O fomenten otros modos de desplazamiento. No: optan por quitar las señales de tráfico y los semáforos.
Sofocar las protestas del campo
Con el mismo estupor las personas agricultoras y ganaderas que formamos la Coalición Por Otra PAC seguimos las propuestas de la Comisión Europea para sofocar las protestas del campo. Somos parte de un sector estratégico, del que depende la alimentación y la salvaguarda del medio rural, cada vez más vaciado. Nos enfrentamos a retos reales como son las rentas bajas, el injusto reparto de las ayudas públicas, la excesiva burocracia, la dificultad para acceder a la tierra, el complicado relevo generacional, la dificultad de ser mujer en un sector masculinizado…
«Bruselas se decanta por acciones cortoplacistas, que no mejorarán nuestras vidas en un medio y largo plazo. Solo acallan las voces de los que más gritan»
Y ante eso, Bruselas se decanta por acciones cortoplacistas, que no mejorarán nuestras vidas en un medio y largo plazo. Solo acallan las voces de los que más gritan. Pero por poco tiempo. Porque las propuestas que el Parlamento Europeo ha aprobado deshacen los tímidos avances que tiene la Política Agraria Común (PAC) para fomentar una agricultura que esté más preparada para enfrentar los retos que están por venir. Europa acaba de sentenciar incentivos cruciales para ayudar a las explotaciones a luchar con las cada vez más frecuentes sequías. Algo especialmente relevante en un país como el nuestro, con un “elevado riesgo de desertificación”, según reconoce el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Lo que la Eurocámara, con el apoyo del Gobierno de España, ha votado es la flexibilización de condiciones ambientales para acceder a las subvenciones de la PAC. A partir de junio y hasta 2027, los que quieran recibir dinero público ya no tendrán que realizar rotaciones de cultivos, es decir, la alternancia de distintas plantaciones.Tampoco tendrán que dejar espacios sin labrar -los llamados barbechos- y podrán aplicar medidas más flexibles en cuanto a cubiertas vegetales y pastos permanentes. Todas estas prácticas las llevan realizando los labradores durante siglos para dejar descansar a la tierra, para que aumente su capacidad de retener agua y evitar la pérdida de suelo fértil por la erosión. Además, así ofrecían refugios para los polinizadores y los enemigos naturales de las plagas, que sin ellos, se descontrolan. De esta manera, sin saber la ciencia que hay detrás, mantenían su producción en el tiempo.
«La Comisión Europea incumple su obligación de vigilar que se hace una gestión adecuada y conforme a la ley de nuestros impuestos»
Europa justifica la rebaja de las normas ambientales para aliviar la carga burocrática, que es una de las demandas de las protestas agrarias. De nuevo, quitando señales de tráfico. Podrían haber optado por invertir en formación y asesoramiento -actualmente, mayoritariamente en manos de empresas privadas- para apoyar a agricultores y ganaderas en sus trámites y en la aplicación de las medidas verdes. También, hubiera sido más eficaz remunerar mejor las prácticas que cuidan de los recursos que sostienen la actividad agraria.
La Comisión Europea también propone reducir el control del cumplimiento del resto de requisitos para acceder a las ayudas de la PAC. Incumple así su obligación de vigilar que se hace una gestión adecuada y conforme a la ley de nuestros impuestos.
«El sector agrario también pedía precios justos y regulación de los acuerdos de libre comercio, fuente de competencia desleal. Para esto sorprendentemente sí hay tiempo y Bruselas no lo ha abordado en la votación del 24 de abril»
Detrimento de la calidad democrática de la UE
Pero hay más. El cambio normativo ha sido precipitadamente tramitado: se ha elaborado en pocas semanas, sin estudio de impacto, y se ha sometido al voto del Parlamento Europeo tan solo un mes después. Estas prisas van en detrimento de la calidad democrática de la Unión Europea. También, tira por la borda el trabajo llevado a cabo durante años por todos los agentes implicados para consensuar la actual PAC.
El sector agrario también pedía precios justos y regulación de los acuerdos de libre comercio, fuente de competencia desleal. Para esto sorprendentemente sí hay tiempo y Bruselas no lo ha abordado en la votación del 24 de abril, sino que lo deja en el aire, para que sea abordado durante la próxima legislatura, después de las elecciones del 9 de junio. Una vez más, el medio ambiente -y no revisar las reglas del juego en los mercados internacionales, por ejemplo- son los que pagan el pato de reacciones precipitadas. Las medidas aprobadas están más pensadas para contener el aquí y el ahora -y probablemente el voto de castigo a dos meses de los comicios europeos- que para resolver los verdaderos problemas del campo.
«Las medidas aprobadas están más pensadas para contener el aquí y el ahora -y probablemente el voto de castigo a dos meses de los comicios europeos- que para resolver los verdaderos problemas del campo»
Las protestas que hemos vivido estos meses demuestran que el actual modelo de agricultura y ganadería intensiva, forzada a incorporar insumos, materias primas y energía dependientes de la geopolítica mundial no es rentable ni seguro, y por tanto no es sostenible. Por eso, la Coalición Por Otra PAC seguiremos trabajando para alcanzar una transición agroecológica que asegure sistemas alimentarios sostenibles, justos, responsables y sanos. Nos vemos en las urnas.