El Reglamento sobre la organización común de mercados (OCM) debe ser la cuestión más importante de la reforma de la futura política agrícola común (PAC). La PAC solo podrá cumplir sus diversos objetivos si genera un funcionamiento justo del mercado, que ofrezca a todos/as los/as campesinos/as la posibilidad de percibir ingresos dignos por medio de precios justos.
En vista de las consecuencias que tiene para la sociedad, el reciente episodio de inflación de los alimentos que está afectando a la Unión Europea (UE) desde el estallido de la guerra en Ucrania debe llevarnos también a replantear la estabilización de los precios de los alimentos como un objetivo en sí mismo dentro de la PAC.
Ya no es necesario demostrar la inestabilidad estructural de los mercados agrícolas: el ajuste de la oferta por medio de los precios no funciona, debido a los importantes costes fijos presentes en el sector; los precios pueden alcanzar extremos que no tienen sentido desde un punto de vista económico y la desregulación acelera la concentración y la creación de monopolios o cuasimonopolios en otros eslabones de la cadena alimentaria. Los mercados competitivos no pueden regir de manera positiva el sistema agroalimentario, que es la base de nuestro sustento. Una revisión ambiciosa de la OCM permitiría lograr avances importantes en términos de justicia económica, social y ambiental.
Los objetivos de esta revisión de la OCM deben ser:
Aumento de la pobreza alimentaria
El trabajo de las organizaciones campesinas en diferentes países para poner en cuestión la distribución actual de la cadena de valor y las protestas agrícolas de principios de 2024 han demostrado que una de las principales preocupaciones de los y las agricultores/as y campesinos/as es conseguir precios justos por su producción, así como mejores condiciones de vida y de trabajo en general.
Los datos muestran que el sistema alimentario y agrícola es disfuncional: se está registrando un grave aumento de la pobreza alimentaria y los ingresos agrícolas siguen por debajo de la media del resto de la economía en casi todos los Estados miembros, ya que equivalen al 47% del salario bruto medio de la economía.
La próxima reforma de la PAC ha de ser histórica y la primera que permita una transición real hacia modelos productivos más sostenibles y resilientes frente al cambio climático. Para ello, ECVC propone una regulación de los mercados sobre la base del principio de la soberanía alimentaria, es decir, permitiendo a las poblaciones elegir sus políticas alimentarias y agrícolas, a la vez que se prohíbe la competencia desleal o dumping a terceros países.
La próxima reforma de la PAC debería permitir que un gran número de agricultores/as se asiente en territorio europeo, mejorando el acceso al uso agrícola de la tierra y protegiendo los diversos recursos naturales, los espacios rurales vivos y los paisajes cultivados ricos y diversos.
Esta reforma de la PAC debe guardar mayor coherencia con la Directiva sobre las prácticas comerciales desleales, además de revisar las normas de los mercados públicos para permitir la reubicación de la producción.
A la vez que comienzan las negociaciones de la próxima PAC y que la demanda de una regulación del mercado se vuelve cada vez más apremiante, ECVC comparte en el presente texto sus principales recomendaciones sobre la Directiva sobre la OCM de la PAC. La Comisión, los europarlamentarios y los miembros del Consejo deben abordar esta cuestión, que ha de revestir como mínimo la misma importancia que las otras dos facetas de la PAC: la distribución de los pagos directos y al apoyo al desarrollo rural.
La próxima OCM debe: